Çe n'est pas possible
Los turrones siempre lo hacen y parecen estar orgullosos de ello.
Si fuese alguien normal bastaría con seguirles la corriente y decir que he vuelto a casa por navidad.
No es el caso. Mi vida consiste basicamente en viajar. Hondarribia, Madrid, Pamplona.
Algunos pretenden que mantenga las raíces, que el amor por la ciudad natal sea el estandarte en el camino y que las paradas sean simplemente eso, altos en el camino.
Otros me susurran gritos desesperados sobre lo maravilloso que es que una simple calle, un banco o un parque sirvan de atrezzo en la película de tu vida.
Los últimos no quieren ser menos, e intentan convencerme que una cuarta ciudad es algo completamente normal... No es normal. Pero insisten en que tengo que aceptarla como otra cualquiera y tenerle el mismo cariño que al resto.
Vamos, que a todo esto, no diré nunca que tengo sólo un hogar, porque mi hogar está en mi gente.
Vamos, que no volveré a casa por navidad. Simplemente iré. Simplemente vendré.